Implantes de pene para la disfunción eréctil
Aunque suene a broma, los implantes de pene para corregir problemas de disfunción eréctil son reales y pueden ser considerados como una solución eficaz para la disfunción eréctil.
El urólogo Drogo Montague es una especie de gurú de los implantes de pene. Los implantes de pene permiten que los hombres con disfunción eréctil, consigan una erección. La mayoría de los 30 millones de hombres de Estados Unidos que tiene disfunción eréctil, prefieren Viagra y medicamentos similares. Pero aproximadamente un tercio de ellos no responden a los medicamentos. Ahí es donde entra en juego los implantes de pene.
Montague dirige el Centro para la Reconstrucción genitourinaria en el Urológico Glickman y del Instituto del Riñón de la Clínica Cleveland. A lo largo de sus casi 40 años de carrera, ha realizado más de 2.000 cirugías de implantes de pene para los hombres que pueden tener orgasmos, pero no pueden tener una erección.
A la mayoría de los hombres les gustan sus implantes. De los tres tipos de tratamientos para la disfunción eréctil (píldoras, inyecciones e implantes) los implantes son los preferidos en cuanto a la satisfacción del paciente, dice Montague. ¿Por qué? Porque los implantes son permanentes, no tienen efectos secundarios y no precisan consultas médicas de seguimiento. «Hay un factor de molestia con medicamentos» dice. «Tienes que presentar una receta, entonces tienes que planificar y esperar. Funciona con inyecciones, ya que hay que ponerse una inyección en el pene antes de practicar sexo«. Los implantes evitan que el pene se contraiga, lo que significa que no hay más contracción.
¿Cómo funcionan los implantes de pene?
Los implantes más comunes son hinchables. Así es como funcionan: se insertan dos cilindros en el pene. Están conectados a una bomba colocada en el escroto y a un depósito instalado justo debajo de los músculos de la ingle. En el momento de la relación sexual sólo hay que apretar la bomba. Los cilindros se llenan con una solución salina desde el depósito para crear una erección. Después de las relaciones sexuales, se usa la bomba para vaciar los cilindros.
Los implantes vienen con un pequeño riesgo de infección, así como con un fallo mecánico. Según Montague, uno de cada 10 implantes se rompen durante los primeros cinco años. Sin embargo, esas son muy buenas probabilidades para los pacientes que no pueden recurrir a la medicación.
Otro de los inconvenientes de los implantes de pene es que dejan de llevar flujo de sangre hacia la cabeza del pene, por lo que el miembro podría parecer un poco más corto después de la cirugía. Sin embargo, los implantes no son perceptibles para cualquier persona que ve el pene.
