
5 ejemplos que demuestran que se puede vivir sin azúcar
Una blogera nos cuenta en este post la gratificante experiencia que supuso para ella dejar el azúcar en su vida. En MásQueSalud hemos repasado otras veces consejos últiles para mantener una dieta equilibrada, y destacamos la importancia de los azúcares, pero no necesariamente productos dulces, como nos cuentan a continuación.
¿Cómo dejar el azúcar? ¿se puede vivir sin azúcar? ¿cómo no desesperar? ¿es verdad que cambia la vida? A continuación nos da unas útiles pautas de cómo la vida puede cambiar a mejor y algunos trucos para llevarlo a cabo.
Hace un año más o menos decidí quitarme -como se dice coloquialmente- del azúcar. Cualquier azúcar que no se encontrara en la naturaleza y fuera consumida en ese mismo estado, es decir, natural y sin procesar, ya no estaría incluido en mi dieta diaria. Así que, a menos que proviniera de frutas y verduras, no iba a volver a consumir ningún tipo de azúcar, de ese que se compra.
Mi marido y yo lo decidimos de una forma totalmente espontánea y yo no tuve oportunidad ni siquiera de despedirme de un helado de chocolate, aunque fuera con la última cuchara del adiós. Al principio, me consolaba a mí misma diciéndome que iba a ser solo una limpieza de 30 días, para deshacerme de toda clase de toxinas y elementos indeseados.
Dicho esto, también he decir por añadidura que tomé en su día una decisión y no tengo ninguna intención de dar marcha atrás. Eliminar el azúcar de mi dieta es uno de los mejores regalos que me he hecho a mí misma y la calidad de mi vida ha mejorado de múltiples maneras desde entonces. Lo que sigue a continuación son cinco valiosas lecciones que he aprendido durante todo este proceso que quizás os resulten de interés.
1. La comida te vuelve a saber bien
Después de eliminar el azúcar de mi dieta (ello incluye edulcorantes artificiales y semi-artificiales o procesados de cualquier tipo), la comida me comenzó a saber de una forma completamente diferente. En general, el comer se ha convertido desde entonces en toda una experiencia: puedo saborear cada uno de los ingredientes de cada bocado e incluso adivinar bastante –y bastante acertadamente, por cierto- los condimentos utilizados en el plato, especialmente los alimentos de producción ecológica, que provocan literalmente explosiones de sabor en el paladar.
Sin azúcar añadido a las comidas, las papilas gustativas vuelven a adaptarse de una forma natural al sabor específico de cada alimento. Los alimentos que eran sosos o no sabían a nada y parecía que nunca serías capaz de comer a no ser que estuvieran cubiertos por salsas y aliños espesos o con la ayuda de bebidas azucaradas, de repente adquieren un gusto propio y diferente que hace que ahora realmente disfrutes con ellos.
2. No me ha llevado a un problema de déficit de atención
Durante años sentí la necesidad de tomar algún tipo de medicación o practicar alguna clase de meditación para poder relajarme y centrarme. Nunca hubiese tomado, como tampoco tomaríaahora, alguna medicación que altere los estados de ánimo, pero siempre he tenido un problema: la falta de relajación, he sentido como un constante y permanente obstáculo de ser realmente productiva y saber evitar las distracciones.
Desde que eliminé totalmente el azúcar, la capacidad para centrarme en los temas de cada momento y de terminarlos sin dejar todo a medio hacer se ha convertido casi en mi segunda vida. Estar realmente presente en cada momento tampoco supone ya ningún esfuerzo. Ahora sé que es un beneficio que se obtiene al dejar el azúcar y la verdad, hace que el esfuerzo merezca totalmente la pena.
3. La comida cargada de azúcar te sienta mal
Un repunte de los niveles de azúcar en sangre te ocasiona al principio un golpe de energía seguido de una caída brusca de la misma, lo que conduce a dificultades para concentrarse y a una lentitud y apatía general. Ocasionalmente -y cuando digo ocasionalmente me refiero a una vez al mes como mucho- me cruzo con alguna razón que me lleva a tomarme un helado, aunque eso sí, hoy en día ecológico, sin lácteos y bajo en calorías (azúcar). Aun así, no suele sentarme demasiado bien, incluso con helados en micro-porciones. Esto siempre me lleva a reflexionar sobre lo mal que me debía de sentir físicamente y de continúo en mi “vida anterior”. La verdad es que vivir en este cuerpo libre de azúcares prosados y añadidos a la comida es una vida mucho más agradable.
4. De hecho, me ha mejorado hasta la piel
Yo siempre me había preguntado por qué algunas personas tenían una piel y un cutis bonito, brillante y con un buen tono mientras que otras teníamos que trabajar duro, utilizando las mejores cremas hidratantes y otros productos de belleza similares. Después de dejar el azúcar y en cuestión de semanas, mi piel empezó a cambiar.
5. No tiene porqué generar cambios de humor
Soy una mujer ya de por sí con bastantes hormonas recurriendo su cuerpo, combinadas con tendencias de tipo A. Así que fue como una bocanada de aire fresco el librarme a mí misma de mis cambios de humor y general irritabilidad, todo ello inducido por el azúcar.
Pero en realidad, si puedes controlar tus estados de ánimo. Hoy sé que, en situaciones que normalmente llevan a esos cambios (indeseados por otro lado) de carácter, es posible guardar la calma y el sentido de humor. Precisamente porque físicamente no pierdes energías enfrentándote con los efectos secundarios que el azúcar causa en tu cuerpo y mente.
buenos días
Estoy pensando empezar a alimentarme de esta forma mas saludable ya que tengo muchos trastornos y creo que puede ser por eso , pero no se muy bien que alimentos puedo comer y cuales no
SALUDOS
Hola. Estoy empezando yo también a dejar los azúcares, pero estos días me noto cansada y sin energía, he leído que eso puede ser precisamente por la falta de azúcar, yo estoy con un médico nutricionista y él me dice que no tiene nada que ver, que sin los azúcares podemos vivir. Y, aún hay días que pienso sobre todo en comer un trozo de tarta, por ejemplo, el día de mi cumple que va ser en unos días, pero al mismo tiempo siento que no debo hacerlo. Me gustaría saber tu opinión, y si puede ser que ne contestaras a mi correo. Muchas gracias por tu tiempo.
Si te notas falta de energía, lo que necesitas es aumentar la ingesta de carbohidratos complejos, como los cereales integrales que puedes hallar en el pan integral, la pasta integral, el arroz integral o la quinoa. El azúcar sólo te proporciona energía de absorción inmediata, que a la larga engorda y es insuficiente igualmente. Con una dieta rica en carbohidratos complejos no te faltará la energía en ningún momento del día.