
Cómo elegir el protector solar adecuado según tu tipo de piel
El sol, divino tesoro que nos alegra y saluda cada mañana. Un elemento de la naturaleza indispensable sin el que la vida no existiría, sin embargo, la cara B se descubre cuando analizamos el creciente deterioro de la capa de ozono y la facilidad con la que los rayos solares amenazan con causar daños irreparables en nuestra piel.
Sabiendo este dato, en los últimos años ha ido en aumento la preocupación por los peligros potenciales de la radiación solar y a todos nos interesa saber cuál es la forma ideal de protegernos. En este post te contamos lo que necesitas saber. ¡Toma nota!
Qué es y tipos de protectores solares
Comencemos detallando la definición, ya que existe aún cierta confusión:
El protector solar es un producto que filtra o refleja las radiaciones ultravioletas impidiendo que dañen la piel. Todos los protectores tienen una graduación llamada SFP (Sun Protection Factor), que mide el índice de protección.
El número de factor nos indica el tiempo que una persona podría exponerse al sol sin empezar a quemarse o ponerse colorada. Por ejemplo, si tardas 20 minutos en ponerte rojo o roja al sol sin echarte protección, poniendo sobre tu piel una crema SFP 30, tardarías 30 veces más en lucir rojeces, es decir, te previene de quemaduras por unas horas.
Sabiendo esto, es esencial tenerlo en cuenta para su uso y escoger cuál de todos los tipos de fotoprotector que hay en el mercado nos viene mejor. Antes de nada, ¿para el cuerpo o para la cara? La piel es diferente según la zona, por lo que el protector también debería ser distinto.
Para el rostro
A la hora de elegir un protector solar para el rostro, debemos tener en cuenta una serie de factores: qué textura y acabados queremos, si además de que proteja necesitamos que incluya algún otro tipo de tratamiento, y en qué contexto o situación lo vamos a usar.
Para el cuerpo
Para el cuerpo, simplemente debemos tener claro si lo preferimos en formato crema o spray y cómo de bronceado queremos que sea el acabado (recomendable a partir del fototipo II).
Además, hay quienes sufren de piel sensible o incluso alergia al sol. Una cifra que aumenta cada año, según los últimos estudios epidemiológicos publicados.
Si queremos reconocer una piel sensible, debemos fijarnos si esta presenta signos como eritema (erupción o enrojecimiento), descamación, aspereza o hinchazón. Puede estar relacionada con desequilibrios hormonales o agentes externos que sean irritantes, como los jabones perfumados que no respetan el ph.
Por otro lado, los hay con sensación de tacto seco o mates. Para los más obsesionados por evitar los brillos.
También puedes encontrarlo con base de color, efecto maquillaje. Ideales para potenciar el moreno.
¿Te encargas también de proteger tu pelo? Deberías. La radiación solar incide sobre tu cabello, además del cloro, la arena, la sal… son agentes altamente dañinos para el tejido adiposo. Pero, que no cunda el pánico, puedes protegerlo y repararlo con productos específicos para ello. La cosmética ha avanzado mucho, afortunadamente.
10 consejos claves para exponerse al sol
- Puedes conseguir una protección más completa con el uso de complementos alimenticios, te ayudarán a tener una piel más sana y protegida actuando desde el interior.
- Utiliza protectores resistentes al agua, agradecerás no tener que aplicártelo con tanta frecuencia.
- Exfolia tu piel una vez a la semana, así el bronceado dura más y luce mejor.
- Bebe mucha agua, antes, durante y después de tomar el sol.
- Ten siempre a mano un gorro, pañuelo o sombrero para una mayor protección.
- No te olvides de las gafas. Siempre homologadas para el sol.
- ¿Día nublado? Date cremita. Las nubes no filtran los rayos.
- Cuidado con el uso de colonias, perfumes o desodorantes. Pueden dejar manchas.
- Tras una jornada de sol, usa una loción aftersun. Refrescan, calman, hidratan. Tu piel te lo agradecerá.
- Consume alimentos como la zanahoria. Potencian el bronceado y mejoran la respuesta inmunológica de la piel.
Cada vez son más las personas que usan protector solar durante todo el año, no solo cuando van a la piscina o a la playa. Con el objetivo de evitar también el envejecimiento prematuro. Sin duda una gran decisión, ¡la piel tiene memoria! ¡Que recuerde que la cuidaste!