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8 nuevos propósitos que podrás alcanzar en 2016

La entrada de un nuevo año trae consigo, valga la redundancia, nuevos propósitos. Propósitos que, en la mayoría de casos, suelen acabar perdiendo fuerza en las siguientes semanas porque quizás no son realistas o no se adaptan del todo con nuestro estilo de vida.

 nuevos propositos2La  ‘típica’ lista del español medio suele incluir entre sus propósitos: bajada de peso, estresarse menos, llevarse mejor con la familia de la pareja, darle algún sentido más profundo a nuestra vida, desarrollar alguna estrategia para ser menos olvidadizos y, finalmente, hacer mejor nuestro trabajo, es decir, sacarle más rendimiento.

Seamos sinceros: esta lista a veces suelen incluir aspectos que seguro no cumpliremos dadas las exigencias que trae consigo. Para ayudarte con los propósitos de este año y que éstos se acaben finalmente materializándose, te proporcionamos una serie de estrategias que te ayudarán a que sea un año redondo.

Propósito 1: Perder entre 5 y 10 kilos

El truco está en seguir la siguiente fórmula: recorta 100 calorías al día, pero paralelamente quema otras 100. Si el año que viene recortas 100 (ridículas) calorías a tu dieta (eso sí, es obligatorio que sigas esta regla cada día) y al mismo tiempo quemas otras 100, también diarias (se consigue con un mínimo esfuerzo físico), al final del año verás que habrás perdido, como mínimo, entre 5 y 10 kilos. ¿Ves cómo no es tan difícil?

Hoy en día se sabe que en los países desarrollados, la población adulta engorda de media aproximadamente 1 kilo al año. Es algo que ni se nota mes a mes, que tampoco se hace visible al año. Pero al cabo de 10 años, sí. Con la estrategia 100×100 (reducir 100 y quemar otras 100 calorías al día), nos podremos librar fácilmente de esos 5-10 kilos que nos sobran sin tener que matarnos en un gimnasio o realizar heroicos esfuerzos a la hora de comer.

La tabla que mostramos a continuación te ayudará a diseñar tu plan personalizado. Son meros ejemplos y hay miles de combinaciones posibles dependiendo de las circunstancias personales de cada uno de nosotros.

Reduce 100 y quema 100

Cambia esto por esto (REDUCIR 100) Calorías que recortas Para QUEMAR 100 CALORÍAS EXTRA:
Barrita de cereales (64g) 95g de cereales para el desayuno 114 Pasa la aspiradora durante 20 minutos
Queso empanado Queso a la plancha con una gota de aceite de oliva 100 Sal a caminar (con o sin perro) durante 24 minutos
Tostada con mantequilla o margarina Tostada simplemente con la mermelada sin mantequilla o margarina 111 Correr durante 11 minutos
70g. de ternera salteada 100g. de vieiras salteadas 111 Natación suave durante 13 minutes
1 porción grande de tarta cremosa de chocolate (1/8 de la tarta) 1 porción pequeña de tarta cremosa de chocolate (1/16 de la tarta) 118 Lavar el coche a mano (21 minutos)
5 galletas de chocolate tipo cookie 2 galletas cookie de chocolate 96 Practicar Yoga Hatha durante 30 minutos

 

Propósito 2: Conseguir unos abdominales de película

¿Por qué será que cuando por fin alcanzamos nuestro peso ideal nuestro abdomen es el último en enterarse? Es frecuente que sigamos teniendo que hacer esfuerzos para poder cerrar los pantalones, especialmente después de haber dado a luz o cuando hemos llegado a cierta edad. El problema en este caso no es la grasa corporal, son los músculos laxos. No hace falta salir corriendo a apuntarse a un gimnasio que nos costará un ojo de la cara y que lo más seguro es que nos cansará a los 15 días. Hay 2 ejercicios específicos, mucho más baratos, caseros, efectivos y, sobre todo, fáciles de seguir. Hay que hacer entre 10-12 repeticiones y realizarlo un mínimo de 3 veces a la semana:

  1. La maniobra de bicicleta:

Posición de partida: tumbarse de espaldas con las manos juntas detrás de la cabeza, plantas de los pies firmes sobre el suelo (no solamente el talón), piernas dobladas y pantorrillas en paralelo al suelo.

Ejercicio: levantar ambos hombros en paralelo del suelo y doblar hacia la izquierda, de forma que el hombro derecho toque la rodilla izquierda mientras extiendes la pierna derecha. Repetir con el lado contrario como si estuvieras pedaleando.

  1. Asiento del capitán: 

Posición de partida: sentarse bien erguido en una silla sin apoyabrazos, agarrando los bordes de la silla al lado de tus caderas.

Movimiento: presiona con las manos sobre la silla, retrae los abdominales y levanta tus rodillas hacia el pecho, manteniendo tus caderas bien firmes sobre la silla. Mantente en esta posición durante algún tiempo y luego baja las rodillas poco a poco.

Propósito 3: Mejorar la memoria

El psicólogo Barry Gordon, autor de “La memoria inteligente”dice que lo importante es ser conscientenuevos propositos3 de que nuestra mente sólo recuerda lo que es importante para nosotros. Así que, si nos ocurre una situación embarazosa (como quizás no recordar el nombre de alguien conocido) no hay motivo para entrar en pánico y pensar que sufrimos los primeros síntomas de Alzheimer. Si eres olvidadizo, soluciona el problema con estrategias muy simples, como tomar nota mental de donde hemos dejado las llaves o empezar a dejarlas siempre en el mismo sitio. Otra técnica consiste en apuntar los nombres de personas si sabemos que nos vamos a volver a encontrar con ellas y tiene alguna importancia para nosotros, etc. Con estas ayudas y métodos personales nos fijamos mentalmente todo aquello que es importante, por lo que terminaremos por recordarlo siempre que sea necesario.

Propósito 4: Hacer las paces con la familia

¿Quién no tiene problemas con la familia, generalmente si es la llamada familia política? Aunque los problemas no tienen por qué ser exclusivos de los parientes de la pareja: ¿quién no ha sufrido algún tipo de conflictos con sus hijos o hijas, sobre todo a ciertas edades?

El tema normalmente siempre se da con respecto a personas que se muestran negativas hacia nosotros. La solución es muy sencilla: no hay que tratar de llevarse bien a toda costa con ellas con tal de tener “la fiesta en paz” sino justamente al revés: enfrentarse a su negativismo con una alta dosis de autoconfianza y también respeto. Deja claro cuál es tu posición y cuáles son tus límites en los que no vas a ceder. Cuando los demás se dan cuenta de que este punto lo tienes claro y no vas a ceder, la cosa generalmente cambia. Pruébalo.nuevos propositos5

Es importante que estos problemas no afecten en exceso a la vida con tu cónyuge. Intenta comprender a la otra parte y, en ocasiones, da un poco tu brazo a torcer. Lima las asperezas que pudieran haber surgido con tu pareja en el pasado haciendo planes juntos e interesándote por sus aficiones. Una manera de que el vínculo que tengáis sea más fuerte es que no perdáis la pasión y probéis nuevos productos sexuales. Puedes empezar por Provirilia, un lubricante natural masculino que proporciona erecciones más prolongadas, duraderas y orgasmos mucho más placenteros.

Propósito 5: Preocuparse menos por todo

¿Logrará mi hija pasar la selectividad?, ¿ha perdido mi pareja interés en mí desde que he ganado algunos kilos?, ¿cuándo nos jubilemos, nos llegará la pensión? Al final, por una cosa u otra, tu vida se convierte en un mar de preocupaciones constante.

A veces parece que nuestro cerebro está constantemente en funcionamiento y que llevamos a cuestas toda una letanía de preocupaciones por lo propio, lo cercano e incluso por lo ajeno. Esto de preocuparse puede incluso ser llegar a ser patológico, en cuyo caso se denomina médicamente ‘rumia obsesiva’, una patología que suele afectar más a mujeres que a hombres (hasta un 57% de las mujeres frente a un 47% de los hombres, según algunos estudios). Cuando se sufre de una tendencia a preocuparse por todo obsesivamente, se padece también un mayor riesgo a sufrir un infarto. ¿Cómo hacerle frente? Para empezar, no hagas ni caso de lo que más frecuentemente te dicen: “Olvídate de las preocupaciones, mujer”. Porque el problema no es que tengas preocupaciones, es que tienes demasiadas y careces de una estrategia para hacerlas frente.

Si sientes que las preocupaciones pueden contigo, prueba con esto tan simple: siéntate frente a una hoja de papel dividida en tres columnas. En la primera columna anota todas las preocupaciones que tienes en ese momento, sin excepción. Anota en la segunda columna lo peor que puede ocurrir en cada caso si el tema en cuestión no se soluciona. En la tercera columna apunta la o las estrategias que se te ocurren para hacer frente a este escenario en cada caso (si son más de una, subraya la que te parezca más efectiva o plausible).

Y luego, hazlo.

En el ejemplo que mencionábamos en líneas más arriba, la solución podría ser algo así: coge un profesor particular para tu hija, habla con el marido del tema o mirar formas de ahorrar más para la jubilación recortando gastos innecesarios y prescindibles. Lo importante es dejar de obsesionarse con el mero hecho de que el problema existe para terminar bloqueándose. Pasa a la acción y sé consciente de que existen soluciones a todo.

Propósito 6: Añadir sentido a tu vida

“Cuando no sabes responder a la pregunta de si a alguien le importaría que de repente desaparecieras, es señal de que tú mismo necesitas contribuir o poner algo más de tu parte” dice la psicóloga Suzanne Zoglio, autora de un libro de autoayuda titulado “Recargarse en pocos minutos”.

Si te sientes vacío y te invaden las primeras señales de soledad, es hora de añadirle algún sentido adicional a tu vida, por ejemplo, ayudando a alguien. Hay muchas formas de ayudar; desde personas cercanas de tu familia, a las que hasta ahora quizás no habías prestado demasiada atención, hasta multitud de formas de voluntariado. También te puedes proponer un objetivo personal como escribir algo, pintar o aprender algo nuevo.

Una vida con objetivos significa una vida con sentido, una vida más feliz y en última instancia, una vida también con más salud porque, entre otras cosas, nos movemos más, somos más activas. Un reciente estudio de la Universidad de California en Los Ángeles, ha dejado patente que las personas que se sentían más felices con su propia vida también mostraban una mayor actividad de su sistema inmunológico, que las protege contra toda clase de enfermedades. Incluido el cáncer.

Propósito 7: Trabajar mejor

A quién no le ha pasado que lleva días partiendo la cabeza para conseguir solucionar un problema y de repente llega alguien con una solución brillante. No hace falta ser Einstein para parecerse al individuo en cuestión, simplemente hay que usar lo que Barry Gordon denomina “la memoria inteligente”: esa habilidad que tenemos todos para tener ideas brillantes en un momento dado simplemente estableciendo conexiones entre el problema que se nos plantea en un momento dado y los hechos almacenados en nuestra memoria.

Probablemente estés ya haciendo uso de esta habilidad todos los días aunque sin ser consciente de ello. Un nuevos propositos4ejemplo aparentemente muy tonto: seguro que has usado alguna vez tus llaves para abrir el envoltorio imposible de celofán de un CD, ¿verdad? Al hacerlo estabas utilizando tu memoria inteligente, ya que sabias que el celofán no se resistiría a un objeto de metal cortante, como puede ser una llave. Reflexionaste durante unos segundos sobre las propiedades de los materiales que tenías a mano, estableciste la conexión y, ¡voilà! solucionaste el problema.

El suizo George de Mestral se hizo millonario haciendo lo mismo, quitando las molestas bolas que forman ciertas semillas de algunas plantas en el campo que se pegan al pelaje del perro con sus ganchos. Así nació el velcro. Quizás no entre en tus planes inmediatos hallar una idea brillante para hacerte millonario, pero Gordon recomienda los siguientes puntos para hacer que nuestra vida y nuestro trabajo sean mucho más fácil:

a)    Soluciona tus problemas usando analogías.  En clase de gramática se llamaban similitudes y analogías. Por ejemplo: nuestro problema es conseguir salir de casa temprano por la mañana en invierno a correr, justo cuando está helando. Nos cuesta, ¿verdad? ¿Cuál sería la analogía? Sabemos que cuando tenemos que coger el coche después de que haya helado, lo primero que tenemos que hacer es arrancarlo para que se caliente. De esto deducimos que el calor es necesario para que empiece a funcionar. Esto podría extrapolarse al running, donde se hace necesario hacer ejercicio de calentamiento antes de salir por la mañana cuando hay temperaturas gélidas.

b)    La tormenta de ideas: en el trabajo, este proceso se conoce con el término brainstorming, es decir, comenzar a establecer ideas que liguen A (el problema) con B (la solución deseada), a primera vista sin conexión alguna o difícil de conseguir. Estamos acostumbrados a realizar este esfuerzo en grupo, pero hacerlo a solas tiene las mismas ventajas, según Gordon. La historia nos muestra que algunas de las ideas más brillantes surgieron de la forma más tonta (por ejemplo con Newton, su famosa manzana y la gravedad terrestre).

c)    Acostúmbrate a no postergar el trabajo: hay unas técnicas muy sencillas para quitarnos esa costumbre de ir posponiendo lo importante o lo que no nos apetece demasiado hacer hasta que al final la tarea, o bien nunca se hace o se eterniza:

1)     Céntrate en hacer una sola cosa a la vez y empieza por lo que menos te gusta o menos te apetece.

2)    Planifica el tiempo para cada una de las tareas que te hayas propuesto y cúmplelo.

3)    Ignora todo lo demás mientras estés haciendo cada cosa,  incluso el correo electrónico y el teléfono. Todo lo demás es secundario, excepto quizás que tu casa esté ardiendo. De lo contrario, nos ocurrirá lo que ocurre tantas veces: que miramos el reloj al final del día para darnos cuenta que no hemos hecho en realidad casi nada y que parte de lo que teníamos que hacer hoy lo dejamos para mañana. El problema de hoy en día es que nos empeñamos en hacer un millón de cosas a la vez cuando es simplemente imposible. Al final no habremos hecho casi nada y además es posible que lo hayamos hecho mal.

4)    Olvídate de las pausas cada dos por tres. Las continuas interrupciones para desperezarse, para tomarse un café, para airearse, para mirar que hay de nuevo en el Whatsapp o en Facebook no hacen más que desconectarnos de nuestro trabajo que al final, nos parecerá que nos cuesta una eternidad.

5)    Date un premio al final de la jornada cuando hayas cumplido con lo que te has propuesto. Pero al final del día, no en medio del mismo, con el trabajo a medio hacer.

Lo más importante: haz primero lo desagradable y quítatelo de encima

En el buen sentido de la palabra. Pero no lo hagas de mala manera, de lo contrario corres el peligro de postergarlo una y otra vez y eternizarlo.  Hay gente a la que le gusta dejar pasar los asuntos que no son de su agrado basándose en la creencia de que terminan por arreglarse solos sin tener que hacer nada. Pero lo cierto es que normalmente lo que hacen los temas es pudrirse, con lo que al final nos encontraremos con un problema mucho peor que al principio y con el doble de trabajo.




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