Copa menstrual: ventajas frente al tampón tradicional
Los tampones y compresas blancas son seguramente los productos más vendidos y publicitados de la categoría de higiene femenina. Pero hay un número creciente de mujeres que prefieren la nueva copa menstrual frente a los tampones o compresas tradicionales. Estas copas, que se insertan fácilmente en la vagina, no absorben el flujo sino que van recogiéndolo en su interior hasta llenarse (lo que ocurre normalmente a las 8-9 horas). Una vez llenas, simplemente hay que sacarlas y vaciarlas.
En suma: las copas menstruales son fáciles de insertar y usar. Es más, también se pueden lavar para ser después ser reutilizadas. Son cómodas de llevar, carecen de toxicidad y son, sobre todo, reutilizables, algo que también es positivo para la madre tierra. En su gran mayoría, las experiencias de las mujeres que las han usado hasta ahora son abrumadoramente positivas.
Ventajas de la copa menstrual
Hay 5 cosas o ventajas de la copa menstrual importantes que deberíamos saber a la hora de decidir si cambiar de los tampones y/o compresas a la utilización de la copa menstrual:
1. Las copas menstruales son respetuosas con el medio ambiente
La copa menstrual no solo es respetuosa con tu propio cuerpo, sino también con el medio ambiente que te rodea. Están fabricadas con silicona de uso médico. Al contrario que los tampones y compresas desechables, las copas menstruales no contienen trazas de blanqueadores (básicamente, lejía), aromas y fragancias artificiales y bastantes otros productos químicos que se utilizan en la producción de tampones y comprensas, que con mayor frecuencia producen irritaciones vaginales.
Las copas menstruales no sólo están hechas de un material inocuo, también son reutilizables. Se puede volver a usar la copa una y otra vez, por lo que evitamos las enormes cantidades de tampones y compresas que tenemos que echar a la basura. Mucho mejor para el medio ambiente, lógicamente.
2. Se adaptan a las características de tu cuerpo
Es importante sentirse cómoda y más todavía durante el período menstrual. Al ser de silicona, las copas son suaves y sobre todo, flexibles, por lo que se ajustan perfectamente.
También se puede ajustar la copa para acomodarla a tus necesidades. Por ejemplo, simplemente cortando con una tijera esa especie de tira o mando que tiene para poder sacarla o haciéndola más corta o incluso, alargándola un poco, si así te sientes más cómoda. En cualquier caso, puedes adaptarla de tal forma a tu cuerpo que apenas la sientas mientras estés sentada, caminando o haciendo deporte.
3. Es lavable. Así que mejor llevar agua a todas partes
No siempre encontrarás un lugar dotado de un lavabo donde lavar la copa una vez que ésta se haya llenado. Así que no es mala idea tener siempre a mano, mientras tengamos que usar la copa, una botellita de agua para estar preparadas llegado el caso y nos pille fuera de casa.
Se puede llevar simplemente una botella con agua fría. Algunas mujeres muy prácticas llevan consigo para estos casos un termo con agua caliente. Las copas simplemente hay que lavarlas con agua, no hace falta ningún producto más.
4. Evitarás obsesionarte con los cambios de tampón o compresa
Las copas menstruales se llevan puestas más tiempo que los tampones y compresas. Entre otras cosas, porque no hay que quitarse la copa cada vez que se vaya al baño. Las copas menstruales se pueden llevar hasta 9 horas sin que haya peligro de que se desborden. Lo que sí es recomendable es quitarse la copa si se acude al baño para aguas mayores, no menores.
5. Puedes aprender más de tu propio ciclo menstrual
La copa menstrual también funciona a modo de taza medidora de tu flujo personal, por lo que puedes ver cuánta sangre se pierde en tu caso particular y analizar si algún mes tienes desarreglos. Quizás sea menos (o más) de lo que imaginabas.
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